Los primeros catorce días de la vida de una ternera son cruciales para la salud del animal y su futuro desarrollo. El alojamiento influye muchísimo. La ternera se merece un entorno limpio, seco y cálido. En un cubículo limpio, con una gruesa capa de paja.
El riesgo de diarrea es un problema durante las primeras semanas. «Procure tener suficientes cubículos», recomienda Lieke Janssen, especialista en ganado joven de Agrifirm en los Países Bajos. «Limpiar, desinfectar y dejar desocupados los cubículos durante unos días garantiza que tenga la mínima carga infecciosa posible».
Como regla general, procure tener suficientes cubículos para el 15 % del número de vacas lecheras. O, lo que es lo mismo, 15 cubículos para una cabaña de 100 vacas lecheras. «Cuando faltan cubículos, la carga infecciosa es elevada, porque hay que estabular en el cubículo a la nueva ternera muy poco después de que se haya ido la anterior. Antes o después se acaban teniendo problemas, gastos y disgustos. Y eso cuesta más que comprar unos cuantos cubículos adicionales».
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