Todos los ganaderos saben lo importante que es tener un buen comienzo en la vida para el crecimiento y el desarrollo de todos los lechones. El peso al nacer, el calostro y la leche de la madre y el consumo de pienso temprano son esenciales para el rendimiento de los jóvenes lechones. En la práctica vemos que a medida que aumenta el tamaño de la camada, hay más lechones con peso bajo al nacer.
La calidad del calostro y la producción de leche de la cerda no siempre es suficiente para cubrir las necesidades de nutrientes y energía. Además, vemos que sobre todo a los cerditos más pequeños les cuesta tomar lactoiniciadores y empezar a crecer. Esto hace que darles a todos los lechones un comienzo óptimo y saludable y minimizar la mortalidad predestete sea una tarea llena de desafíos.
Así pues, ¿qué puede hacer para asegurarse de que todos los lechones, especialmente los más pequeños, reciban todos los nutrientes que necesitan?
Con el continuo desarrollo de la genética porcina, el número de lechones que nacen vivos por camada está aumentando cada año. Este incremento de lechones vivos por camada es de más de 0,15 lechones al año, lo que resulta en una media de +0,3 lechones por cerda al año. Al mismo tiempo, que haya más lechones vivos también provoca que más de ellos nazcan con bajo peso. De media, el peso al nacer del lechón baja entre 25 y 35 gramos por cada lechón extra en la camada (Jourquin et al., 2016).
Especialmente en las camadas más grandes, hay un alto porcentaje de lechones que pesa solo 1,0 kg o menos al nacer. Varios ensayos han demostrado que cuando aumenta el tamaño de la camada se incrementa también el número de lechones que pesa menos de 1,0 kg. Los estudios demuestran incluso que el 23 % de los lechones pesan menos de esa cifra cuando el tamaño de la camada supera las quince crías (Quiniou et al., 2002; Quesnel et al., 2008; Beaulieu et al., 2010).
Además de eso, la competición por las mamas aumenta con las camadas grandes, lo cual afecta especialmente a los lechones más pequeños, más débiles de por sí. En general, estos lechones más pequeños presentan tasas de crecimiento más bajas debido a la menor ingesta de leche, lo que los hace muy susceptibles a la diarrea y a la mortalidad predestete. La tasa de supervivencia predestete de estos lechones pequeños es significativamente más baja en comparación con los cerditos que pesan más (58 % frente al 92 %; Jourquin et al., 2016).
Un consumo suficiente de calostro y leche de la cerda es crucial para apoyar el crecimiento, la salud, el desarrollo y, por tanto, la supervivencia de un lechón. La disponibilidad y la calidad del calostro, así como la producción de leche de la cerda, tienen un papel importante en esto. Sin embargo, la disponibilidad de calostro y leche materna no parece incrementar al mismo ritmo que el tamaño de la camada. En consecuencia, es posible que sea un desafío producir suficiente leche como para proporcionar a todos los lechones los nutrientes y la energía necesarios, incluso para las cerdas más productoras.
Para preparar a los lechones para el momento del destete y el paso a una dieta de pienso 100 % sólido, se ha demostrado que es buena estrategia darles lactoiniciador antes del destete. No obstante, el peso al nacer de los cerditos repercute en el consumo de lactoiniciador. Las investigaciones demuestran que la toma de lactoiniciador es difícil y mucho más baja para los lechones más pequeños, de por sí más débiles, en comparación con los lechones más grandes (Huting et al., 2017). Por tanto, aunque haya cada vez más lechones pequeños por camada, eso no compensa la falta de leche de la cerda.
Para asegurarse de que todos los lechones, especialmente los más pequeños y débiles, obtengan todos los nutrientes que necesitan, una correcta nutrición es cada vez más importante. Dado que cada vez es más difícil que sea rentable la crianza de lechones, la suplementación con productos lácteos adicionales se convierte en esencial.
Los lechones están programados ya desde su nacimiento para digerir de forma óptima todos los nutrientes que tiene la leche. Los ingredientes lácteos, al igual que la leche de la cerda, están llenos de los nutrientes necesarios, que tienen muy buen sabor y son fáciles de digerir. Al proporcionar componentes esenciales y energía, los ingredientes lácteos pueden estimular la ingesta de pienso y el desarrollo de un tubo digestivo y un sistema inmune sanos. El resultado es un mejor rendimiento, una menor mortalidad y una cría de lechones rentable.
Suplementar o alimentar con un sustituto lácteo contribuye a la ingesta de alimento y al desarrollo de un tubo digestivo y un sistema inmune sanos en los lechones. El aumento del consumo de leche además de la de la cerda, mejora el rendimiento del lechón, con el resultado de un mayor peso al destete y, en consecuencia, menos problemas antes y después de este. Sobre todo los lechones más pequeños son los que se benefician de la leche adicional administrada.
Para brindarles el mejor apoyo después del parto a los lechones, y especialmente a los más pequeños, y como preparación para el destete, el sustituto de leche de cerda Porcolac les da a todos lo que necesitan. Porcolac es un sustituto lácteo prémium lleno de nutrientes adecuados de origen lácteo, completados con vitaminas y minerales esenciales y nuestra fórmula para la salud Imagro. Les da a los lechones un comienzo óptimo en la vida y el mejor rendimiento posdestete, especialmente en el futuro, en el que se espera que el tamaño de la camada siga creciendo constantemente.
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